También conocida como liposucción sin cirugía, es una técnica no invasiva para moldear el cuerpo y eliminar celulitis localizada resistente a las dietas convencionales.
La cavitación estable logra resultados altamente satisfactorios en reducción de volumen y celulitis.
La emisión de ondas ultrasónicas de baja frecuencia crean una rápida alternativa de compresión y rarefacción de la membrana celular del adipocito, es decir, aumento y disminución de presión que se alterna a un ritmo de aprox. 40.000 veces por segundo (40 KHz).
El efecto s la deformación controlada y repetida de las células adiposas, llevándolas a la resonancia acústica y generando la rotura de sus membranas plasmáticas (implosión).
También se producen pequeñas burbujas en los espacios intercelulares debido a los cambios de presión producidos por el ultrasonido: este efecto se denomina cavitación.
Estas ondas sólo afectan a los adipocitos debido a las características de tamaño, constitución y dado su coeficiente de elasticidad no se produce daño a los vasos sanguíneos ni linfáticos adyacentes.
De hecho, la destrucción de las células adiposas estimula la circulación sanguínea y la generación de nuevo colágeno.
Consecuentemente mejora también el aspecto externo de la celulitis y de la piel.
Destruido el adipocito, la grasa y los resto celulares son eliminados mediante procesos fisiológicos del organismo.
Tras realizar la sesión cabe realizar un drenaje linfático manual o una presoterápia para asegurar la eliminación de la grasa trabajada.
La cavitación se utiliza principalmente en áreas tales como abdomen(lateral y central, glúteos, cartucheras, muslos y brazos.
Asimismo, con el fin de eliminar grasa y toxinas, antes y después de cada sesión, se debe beber 1,5 litros de agua. También es recomendable seguir una dieta baja en calorías desde días antes de iniciar el tratamiento.
